Carta abierta a una bebé (emprendedora)
Para todas las que acaban de llegar… y para las que necesitan volver a recordarse
Esther -clienta de toda la vida, mujer poderosa y alguien que tiene un espacio muy especial en mi corazón- me avisa por Whatsapp de que acaba de ser mama, con un “Hi woman dream team”.
El corazón me da un saltito de emoción. Y me apetece escribirle esta carta.
Hola, pequeña Amanda :D
Soy Txell, la mentora de mamá. Y también la compañera de calçotades con risas y confidencias.
¡Por fin estás aquí!
Y aunque aún no entiendas nada, ya lo sientes todo.
Tienes clarísimo lo que sí y lo que no. Los años y el ruido de fuera pueden nublar todas estas certezas, así que te cuento algunas de ellas…
Ya sabes que el calor del pecho de tu mamá, la voz de tu hermana o el olor de casa son el paraíso.
Y también las manos de papá, emocionado, que te recibe como si sostuviera un tesoro.
Pequeña… ¡no podías haber nacido en una familia más bella y vitamina! Tus padres son guerreros de luz valientes, que aportan e iluminan allá donde van, dibujando caminos para que otros los encuentren más fácilmente.
Admiro muchas cosas de ellos: no se instalan en la queja, hacen, transforman… y brillan sin hacer ruido, pero dejando huella.
Ese es su don… y el tuyo.
Fuera encontrarás un mundo entero por descubrir. A veces podrá ser abrumador. Pero, te lo prometo: incluso allí podrás encontrarle belleza.
Esta carta es para que recuerdes de dónde vienes. Para que recuerdes la fuerza que tienen en la mirada tus padres. Esta sensibilidad que es su brújula.
Y también para dejarte un regalo, de tita-Txell: en esta vida no tienes que ganarte nada, ni hacer más… sino, simplemente, atreverte a ser, a mostrarte. Cuando eres, sin resistencias… es inevitable ser amor y expandir amor.
Así que, pequeña, no te encojas, no te edites, no pidas permiso.
Vive, pequeña. Siempre nos tendrás cerca para permitírtelo y validearte.
El mundo ya tiene demasiados filtros quedabién. Hazle el regalo de tu verdad.
¿Sabes una cosa más?
Eres mi pequeña emprendedora.
No porque haya ninguna expectativa puesta sobre ti, sino porque emprender es eso: mirar la vida con ganas, con curiosidad, con hambre de belleza y sentido.
Y tú, ya lo traes en tu ADN.
Bienvenida, pequeña. Tengo muchas ganas de ver qué vienes a enseñarnos.
Con amor,
Txell
Esta es una carta de bienvenida… y también una carta para las que alguna vez sintieron que tenían que pedir permiso para ser. Si te ha removido algo… DESCÁLZATE.