Mi rutina anti-burnout
Cómo mantener la pasión por mi negocio 20 años después
Llevo dos décadas emprendiendo sin caer en el burnout.
¿Mi fórmula? No separar mi bienestar de mi estrategia.
Este artículo no es una rutina wellness: es una estructura de liderazgo real.
Aquí te muestro cómo lo hago y cómo puedes aplicarlo tú también.
¿Cómo mantengo la pasión sin quemarme?
¿Cómo puedo seguir decidiendo bien sin desconectarme de mí misma?
¿Cómo sostengo mi energía y mi estrategia después de dos décadas emprendiendo (sin caer en el burnout ni perder el foco)?
Son cosas que me preguntáis muy a menudo. Y hoy quiero compartir algunas cositas que me sirven.
No me interesa venderte una rutina de autocuidado más.
Llevo dos décadas emprendiendo y sigo aquí, sin haberme quemado ni desconectado de mí.
No porque tenga superpoderes. Sino porque he aprendido a liderar desde un lugar donde la estrategia y el cuerpo se dan la mano.
No me interesa que me admiren desde fuera si mi cuerpo se cae por dentro.
Quiero una empresa que respete mis ritmos, mis márgenes y mi deseo.
Porque ya no tengo veinte años.
Porque ya no necesito demostrar.
Porque ahora me importa construir algo que dure y se parezca a mí.
Esto también es estrategia. Esto también es liderazgo. Y esto tampoco nos lo habían dicho (herancias del patriarcado, ejem).
Todo empezó años atrás. Cuando los Dinosaurios, casi jajaja
Durante años, como muchas, construí desde la mente.
Y me fue bien. Muy bien, de hecho.
Soy de las que nunca se quemó, no porque no tuviera presión, sino porque aprendí pronto a sostenerme.
Pero a medida que crecí, algo cambió, especialmente a partir de los 40:
Ya no me servía solo tener visión.
Quería habitarla. Porque durante años me había sentido dividida: la Txell empresaria cañera que lidera y lo tiene todo claro, y la Meritxell espiritual, dulce, tierna, silenciosa de casa.
Ahí es cuando me dí cuenta de que quería sentir que me fundía en una.
Que podía ser la misma que soy en mi vida privada, donde, cada vez más, siento que me disuelvo con la vida como el azúcar en el café.
Necesitaba sentir que mi cuerpo también estaba invitado a mi estrategia. Que la cabeza no era el único motor.
Porque, por suerte, tengo una cabeza que tira muchisísimo. Pero mi cuerpo no tanto, y lo manifiesta con forma de dolor de cabeza, o problemas en los ovarios…
No quería una empresa que me admiraran desde fuera y que me drenara por dentro.
Quería construir con orden y sin ansiedad.
Con foco y sin traición. Que mi espalda no se tensara cada vez que abría el portátil.
Y en eso… me ayuda MUCHO mi rutina diaria, que ha ido cambiando con los años, y de la que ya te hablaba un poco en mi primer libro.
Así que he decidido compartir mi rutina personal. Aquella que me ayuda a ser coherente con lo que quiero conseguir, la que encarna la líder que soy y quiero ser.
Lo que he conseguido no es (solo) trabajar menos.
Es decidir mejor.
Tener menos ruido. Más foco.
Y más presencia para las cosas que sí importan: mi salud, mi pareja, los peques, las decisiones clave, y sí… también las ventas.
Porque sostener un negocio real requiere orden. Pero también requiere no traicionarte en el camino.
Ese equilibrio lo entreno cada día.
Y lo he convertido en metodología. Porque lo que se puede repetir, se puede enseñar.
En este artículo la comparto no para que lo repliques a pies juntillas, sino para que pueda inspirarte. Y forma parte del universo DESCALZA: nuestro espacio privado para mujeres que lideran desde la estrategia y el cuerpo. Si estás dentro, ¡bienvenida a casa!
Ya verás que, quizás, la clave no sea parar… sino redibujar tu mapa, como hacemos contigo en nuestros procesos estratégicos.
Si algo de esto resuena contigo, puede que estés entrando en esa fase donde necesitas redibujar tu mapa.
Donde ya no te sirve trabajar mucho: necesitas trabajar con sentido.
Donde no te interesa solo sostener ingresos, sino sostenerte a ti.
De eso hablamos aquí en DESCALZA y en el Mentoring Club.
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Intentaré personalizar el contenido del audio según la información que nos hayas hecho llegar previamente a través del formulario de candidatura.
¡Me encantará saber de ti!
Y ahora… empecemos por el principio: tu rutina real.
No la de Pinterest.
La que te permite estar bien y sostener con inteligencia todo lo que quieres construir.
¡Vamos allá!